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Cada semana escucho estas 5 preguntas de migrantes por trabajo. Si tú ya estás afuera, esto es para ti


Un viaje entre dos mundos: la distancia entre el pasado y el futuro
"Un viaje entre dos mundos: la distancia entre el pasado y el futuro"

La imagen captura a una persona solitaria, parada al borde de un paisaje incierto, mirando hacia un horizonte lejano, donde el cielo y la tierra se fusionan en tonos suaves y difusos. En sus manos, sostiene una maleta, símbolo de su partida, pero también de lo que deja atrás: recuerdos, sueños y una vida conocida. A sus pies, se disuelven en la niebla imágenes de su tierra natal: una fotografía desvanecida, una carta arrugada, fragmentos de lo que alguna vez fue su hogar.

El contraste entre el paisaje familiar y el nuevo mundo que se extiende ante él refleja el dolor del desarraigo, esa sensación profunda de pérdida que acompaña a todo migrante. Sin embargo, en su mirada, hay una sutil chispa de esperanza, una promesa de que, aunque la distancia y el duelo sean inevitables, hay un futuro por construir, una nueva vida por descubrir.

Es una escena que encapsula no solo la tristeza de dejar todo atrás, sino también el coraje de abrazar lo desconocido. La persona está entre el recuerdo de lo perdido y la incertidumbre de lo que vendrá, con el alma dividida, pero siempre avanzando hacia el futuro.


"Migrar es una de las decisiones más difíciles y valientes que podemos tomar. Pero, detrás de esa decisión, siempre hay dudas, miedos y un montón de preguntas.


Si eres migrante, seguro has sentido en algún momento esa sensación de incertidumbre, de no saber qué esperar o cómo enfrentarte a lo que viene. En este post, quiero compartir contigo las 5 preguntas más comunes que escucho de migrantes, preguntas que muchos de nosotros nos hacemos mientras buscamos un nuevo comienzo. Desde el miedo a la soledad, hasta cómo adaptarse sin perder nuestra esencia, estas son las inquietudes que marcan el camino de todos aquellos que dejan su hogar atrás.

Si te sientes identificado, sigue leyendo. Aquí encontrarás respuestas, consejos y una forma de ver tu proceso migratorio con más claridad y confianza."


1. ¿Cómo puedo manejar el estrés y la ansiedad por estar lejos de mi país y de mi familia?


Extrañar duele más de lo que imaginabas… así puedes lidiar con el estrés de estar lejos de los tuyos.


El estrés y la ansiedad prolongados pueden afectar tu bienestar emocional, llevando a sentimientos de soledad, tristeza o incluso depresión. La distancia de tus seres queridos puede intensificar estos sentimientos, haciendo que te sientas desconectado o aislado.


Estar lejos de tu entorno familiar y cultural puede hacer que te resulte más difícil adaptarte a un nuevo lugar. Esto puede generar inseguridad, frustración o incluso afectar tu desempeño en el trabajo o los estudios, ya que tu mente está ocupada con preocupaciones emocionales.


El estrés y la ansiedad no solo afectan la mente, sino también el cuerpo. Pueden manifestarse en síntomas como dolores de cabeza, fatiga, problemas digestivos o dificultades para dormir. Si no se manejan adecuadamente, estos síntomas pueden empeorar y afectar tu calidad de vida.


Recuerda que es normal sentirte así en una situación de cambio tan grande. Buscar apoyo emocional, mantener contacto con tu familia y practicar actividades que te ayuden a relajarte pueden ser pasos importantes para manejar estas emociones. ¡No estás solo! 🌟


A continuación menciono tres cosas que puedes hacer para manejar el estrés y la ansiedad por estar lejos de tu país y de tu familia.


1. Establece una rutina de contacto con tu familia (llamadas, videollamadas en días fijos)

2. Crea un "kit de consuelo" con fotos, música o comidas típicas de tu país.

3. También puedes practicar respiración profunda (inhala 4 segundos, sostén 4, exhala 6) para calmar la ansiedad en momentos difíciles.


2. ¿Qué hacer para superar la soledad y el aislamiento?


Soledad migrante: cómo pasar del aislamiento al equilibrio emocional (sin ignorar lo que sientes)

La mayor desventaja de experimentar soledad y aislamiento en un nuevo país de residencia es el impacto negativo en la salud mental y emocional. La falta de conexiones sociales puede intensificar la nostalgia y la sensación de desconexión. Además sin apoyo social, integrarse a la cultura y costumbres locales se vuelve más complicado. Y es que la incertidumbre y la falta de interacciones significativas pueden aumentar los niveles de estrés. Todo esto puede llevar a que algunas personas pueden cuestionar su decisión de emigrar o sentirse invisibles en su nuevo entorno.


Sin embargo, es importante recordar que estos desafíos son temporales. Algunas de las muchas prácticas para solucionar esto son buscar comunidades de expatriados, participar en actividades comunitarias (clases de idiomas, deportes) o mantener contacto con seres queridos puede ayudar a superar esta etapa.


3. ¿Cómo lidiar con la discriminación o el rechazo?

"No viniste a encajar, viniste a avanzar. Cómo manejar el rechazo y seguir con la cabeza en alto"


Si vives alguna o varias de las siguientes condiciones, estás siendo objeto de discriminación o rechazo:


- Trato diferenciado injusto: Notas que recibes un trato más frío, hostil o despectivo en comparación con otras personas, ya sea en el trabajo, en tiendas o en instituciones públicas.


- Exclusión social: Te cuesta integrarte, no te invitan a eventos o actividades, o sientes que te evitan por tu origen, idioma o cultura.


- Comentarios ofensivos o estereotipos: Escuchas chistes, preguntas invasivas o suposiciones negativas basadas en tu nacionalidad, raza, religión o acento.


- Dificultades laborales: A pesar de estar calificada/o, enfrentas obstáculos para conseguir empleo, ascensos o salarios justos, o sueles ser asignada/o a tareas menos valoradas.


- Acoso o violencia verbal/física: Experimentas insultos, miradas despectivas o incluso agresiones por tu identidad cultural o étnica.


- Barreras institucionales: Encuentras trabas administrativas, negación de servicios o trámites más complicados sin una razón clara.


- Sentimiento de soledad o incomprensión: Te sientes aislada/o, o percibes que tu cultura es menospreciada.


- Microagresiones: Pequeños gestos o frases que, aunque no sean abiertamente hostiles, refuerzan su condición de "diferente" o "foránea" (ej.: "Hablas muy bien el idioma… para ser extranjera/o").


Si estás pasando por algo así, recuerda que no estás sola/o. Rodéate de personas que te apoyen como tus amigos. También puedes buscar comunidades de migrantes, organizaciones anti-discriminación o apoyo psicológico.

Y recuerda que el rechazo no define tu valor. Si es grave, documenta los incidentes y busca recursos legales o de apoyo psicológico.

Por último, pero no menos importante, te invito a practicar afirmaciones como "Merezco respeto, y mi identidad es valiosa" decirlo 3 veces en voz alta y respirar profundo después de cada vez puede fortalecerte.


4. ¿Es normal sentir culpa por dejar atrás a mi familia o país?

"Te fuiste para darles algo mejor… entonces, ¿por qué la culpa te persigue?"


Una de las características más grandes de una persona que siente culpa por dejar atrás a su familia o país es la lealtad y el profundo sentido de responsabilidad afectiva.


Esta persona suele valorar enormemente sus raíces y los lazos emocionales, lo que puede generar una mezcla de:


Nostalgia: Añoranza constante por lo que dejó atrás.

Doble moral emocional: Felicidad por nuevas las oportunidades, pero tristeza o remordimiento por "abandonar" a seres queridos.

Esfuerzo por compensar: Intentos de mantenerse presente a distancia (por ejemplo através de llamadas, envío de dinero, etc., esto con el para aliviar la emoción de culpa.

Es un sentimiento complejo que refleja amor y conexión, pero también la dificultad de equilibrar el crecimiento personal con el apego al pasado. 🌍💙


Ahora, esto es lo que puedes hacer: Habla de tus sentimientos con otras personas que hayan migrado o escribe una carta (aunque no la envíes) expresando tu amor y las razones de tu decisión. Yo en mi primer año le envié una carta a cada uno de los 25 miembros de mi familia, era mi forma de sentirme vinculado a mis raíces. Recuerda que migrar no es un abandono, sino un acto de valentía para mejorar tu futuro y, a menudo, el de ellos también.


5. ¿Cómo adaptarme a la nueva cultura sin perder mi identidad?

"Me adapté, aprendí, cambié… pero nunca dejé de ser yo. Tú también puedes lograrlo"


La identidad no se pierde. Se transforma.

Es una construcción viva que evoluciona con cada experiencia, se adapta al cambio y también puede verse sacudida por momentos difíciles o traumáticos.

Imagínala como una travesía en mar abierto: hay días de sol, de calma, de descubrimiento… pero también tormentas que nos tambalean, y puertos donde sentimos que, al menos por un momento, llegamos a casa.

Cada vez que te preguntes “¿quién soy ahora?”, recuerda que hay una parte de ti que se mantiene firme —como el timón—, mientras otras partes crecen, se mueven, se redefinen.

Tu identidad es la mezcla viva de todo lo que has sido, de lo que estás viviendo y de lo que sueñas ser. Se nutre de tus relaciones, de los recuerdos que llevas dentro, y de los motivos que hoy te impulsan a seguir adelante.


Te invito a adoptar un enfoque de “sumar, no reemplazar”.

Aprende y disfruta las costumbres locales —como sus festividades, tradiciones y sabores— mientras mantienes vivas aquellas raíces que te definen y te hacen sentir en casa. Puede ser la cocina de siempre, el idioma que tus padres te enseñaron y con el que mejor expresas tus emociones, o cualquier otra tradición que te llene el corazón.

Además, ¿por qué no organizar encuentros donde puedas compartir tu cultura con otros? Así, la integración se vuelve un camino de ida y vuelta, donde todos ganan y crecen juntos.

Sumar lo nuevo, sin perder lo propio, es la clave para construir un puente sólido entre tus dos mundos.


Extra: Sé paciente contigo mismo. Adaptarse es un proceso, no una meta fija. 🌱 Si necesitas más ideas o apoyo emocional, ¡aquí estoy!


Al final del día, las 5 preguntas de migrantes no son solo dudas que nos acompañan, son señales de que estamos creciendo, adaptándonos y redefiniendo quiénes somos. Así que, si alguna de estas preguntas te ha resonado, recuerda que estás en el proceso, y con cada respuesta, te acercas a un futuro más claro y lleno de posibilidades.


Después de más de 13 años fuera de mi país, aprendí mucho sobre los retos emocionales de migrar. Si quieres saber más y fortalecer tu mente y corazón, inscríbete y acompáñame.

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